domingo, 27 de junio de 2021


Probablemente en su pueblo se le recordará 
como cachorros de buenas personas 
Que hurtaban flores para regalar a su mamá 
y daban de comer a las palomas 
Probablemente que todo eso debe ser verdad 
aunque es más turbio cómo y de qué manera 
llegaron esos individuos a ser lo que son 
ni a quién sirven cuando alzan las banderas 
Hombres de paja que usan la colonia y el honor 
para ocultar oscuras intenciones 
Tienen doble vida, son sicarios del mal 
Entre esos tipos y yo, hay algo personal 
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad 
viajan de incógnito en autos blindados 
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad 
a colgar en las escuelas su retrato 
Se gastan más de lo que tienen 
en coleccionar 
espías, listas negras y arsenales 
Resulta bochornoso verles fanfarronear 
a ver quién es el que la tiene más grande 
Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz 
Juegan con cosas que no tienen repuesto 
Y la culpa es de el otro si algo les sale mal 
Entre esos tipos y yo hay algo personal 
Y como quien en la cosa, nada tiene que perder 
pulsan la alarma y rompen las promesas 
Y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer 
nos ponen la pistola en la cabeza 
Se agarran de los pelos pero para no ensuciar 
Van a cagar a casa de otra gente 
Y experimentan nuevos métodos de masacrar 
sofisticados y a la vez convincentes 
No conocen ni a su padre cuando pierden el control 
Ni recuerdan que en el mundo hay niños 
Nos niegan a todos el pan y la sal 
Entre esos tipos y yo hay algo personal 
Pero eso sí, los sicarios no pierden ocasión 
de declarar públicamente su empeño 
en propiciar un día luego de franca distensión 
que les permita hallar un marco previo 
que garantice unas premisas mínimas 
que faciliten crear los resortes 
que impulsen un punto de partida sólido y capaz 
de Este a Oeste y de Sur a Norte 
donde establecer las bases de un tratado de amistad 
que contribuya a poner los cimientos 
de una plataforma donde edificar 
un hermoso futuro de amor y paz